miércoles, 7 de marzo de 2012

¡Hola Papá !

Tal vez tu nombre: Graciano , ya contaba que estabas lleno de gracia. Me acuerdo que en Septiembre de 1966, estuviste sin trabajo por haber tenido un accidente. Yo tenía 15 años, no podía asimilar la gravedad del accidente.Sino  después, de haberte visitado al hospital, porque había otra persona que  también tuvo  un problema en la columna. El quedó paralítico.
En mi desesperación, yo no sabía como ayudar, solo pude ser responsable con mis estudios, y tener la esperanza de terminar para poder trabajar y ayudarte. 
Eramos muchos hermanos. Estuviste seis meses con el tórax totalmente enyesado. Pasaron unos meses, y en ésa época, alquilabas la pieza del fondo a una mujer, quien tenía  siete  hijos,  dos estaban con la abuela, dos habían fallecidos, tres estaban con ella. El más pequeño tenía solo tenía días, y en las noches,  la madre se alteraba, porque no podía hacer su trabajo,ya que el Bebé lo molestaba. Mi madre al escuchar los gritos y el llanto del niño casi todos los días, consultó con vos si podía incorporar a a ese bebe al grupo familiar. 
Y vos con ese corazón grande que tenías, dijiste que sí, a pesar de que estabas convaleciente. La mujer se fue de casa, volvió a tener otro bebe, lo trajo para que lo conozcamos, y yo en mi ignorancia, quise que cambiáramos al bebe. Pero al dar yo mis opiniones, con un zapatazo, me hicieron callar. Nada de cambios, POR DIOS, dijeron. Al poco tiempo nos enteramos que el bebe había muerto. La historia es larga, pero los bebes no murieron de muerte natural. La madre tuvo mucho que ver en los sucesos funestos de los niños.  Pasado un tiempo, nos enteramos que la madre estando embarazada, trató de suspender tal situación y tuvo un final muy desagradable. Salvaron a la Beba, pero ella falleció en la operación.
Eramos siete hermanos adolescentes,  y vos Papá : sin trabajo,  rehabilitándote de la columna,  no podías hacer trabajos pesados. Ahorrar era imposible porque nada entraba en la casa.  Yo no quería agrandar la familia, porque sabía lo que eso generaba. Pero Mamá y vos decidieron no abandonar a ese niño en su desgracia,  Y así conversando con mi madre, lo cual yo escuche tomaron la gran decisión  que era darle un apellido al bebé. Ustedes creyeron que eso era lo mejor. Así que se agregó un Espínola, en la familia. Hoy después de muchos años, no puedo escuchar que alguien denigre tu apellido, es terrible, pero si ahora estoy escribiendo es  porque no paraba de llorar y la única forma de desahogarme era hablándote. No puedo, ni quiero recordar cuando alguien quiere objetar aquella decisión que tuviste. Hoy pienso que mucha gente con plata, no hacen lo que hiciste vos y Mamá. Compartir tu pan, o mejor dicho mandioca y mate cocido, techo y AMOR, para que un bebe no vaya a la calle. Me siento orgullosa de los padres que tuve. Que GRAN HOMBRE.... SEÑOR ESPINOLA !!!